MASCOTAS DESPUÉS DE LA MUERTE

Posiblemente, una de las formas más incomprensibles de sufrimiento se da ante la muerte de un ser amado, que incluye, por supuesto, la muerte de una mascota.
Sin embargo, algo triste sobre estos casos es que no es común que se realicen procesos de duelo sobre estás pérdidas, y tampoco se le da espacio a la persona de procesar el dolor y sanar. Esto es particularmente perjudicial para aquellos que encuentran en sus mascotas una fuente única de amor verdadero.
Existen muchas discusiones sobre si tienen o no espíritu. Sin embargo,es indudable que los animales comparten con nosotros aspectos en común. Por ejemplo, pueden sentir emociones similares a las nuestras, como la felicidad, la tristeza o el dolor.
Igualmente, muy a parte de lo condicionado por sus instintos, cada uno de los animales está dotado de un carácter personal que lo hace único, y se nutre a partir de su experiencia. 
Es debido a esas condiciones que se habla de un espiritu animal (Ajeno a las percepciones religiosas que envuelven la palabra espíritu). De hecho, la misma palabra que los caracteriza proviene de ánima, que significa animado o vivo.
Es cada vez más común escuchar relatos de personas que han visto a sus mascotas después de fallecidas, o que sienten su presencia en los lugares que fueron más significativos durante su experiencia de vida. Por lo tanto, se ha popularizado la creencia de que los animales trascienden, ya sea en espíritu o esencia.
Para los animales, la muerte es un proceso natural, y algunos han desarrollado entendimiento sobre la misma, viviendo procesos de duelo cuando un compañero (ya sea animal o humano) fallece.
Sin embargo, al no haber desarrollado una consciencia propia sobre la muerte (Como las perspectivas y significados que le dan los humanos), estos no sienten ninguna clase de sufrimiento emocional sobre la finitud de su vida, resistencia a morir, miedo a conceptos como el infierno o el paraíso, que puede hacer de este proceso algo sumamente traumático para los humanos.
Si bien, existen situaciones de apego hacia su familia, los animales, dentro de la propia inconsciencia sobre la muerte, no padecen ninguna clase de apegos, por lo tanto viven en el presente (no reparan en el pasado y parece que no piensan en el futuro), lo que hace el tránsito entre la vida y la muerte mucho más sencillo para ellos. Entre algunas de las teorías del más allá, se encuentran:
  • Es común que algunas religiones contemplen la posibilidad de que los animales reencarnan en otros en la medida que van adquiriendo experiencias durante la vida y van creciendo espiritualmente.
  • Pasan por un proceso de integración de las experiencias que tuvieron en vida, antes de reencarnar nuevamente en otro animal de la misma especie o de especies diferentes.
  • Se cree que los animales que soportan duras enfermedades durante largos periodos de tiempo se encuentran a la espera de que su humano madure emocionalmente y se encuentre listo para “dejarlo ir”.
  • El cuerpo físico del animal se transforma en un cuerpo energético, que es liberado en el momento en que este fallece.
  • Los animales retornan a las energías divinas de la naturaleza, donde vuelven a ser nuevamente uno con la entidad generadora de la vida.
  • Dentro de las ramas más modernas provenientes de las creencias judeocristianas, los animales que nos acompañaron en vida se encuentran a la espera de nosotros en el paraíso.
  • Se encuentran en espacios de juego, disfrutando de otra clase de experiencias en un cuerpo astral diferente.
  • Si el humano no asume positivamente la muerte de la mascota, este no puede ascender a un plano superior y vagará en espacios oscuros buscando inútilmente calmar la ansiedad del cuidador.

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